jueves, 17 de enero de 2008

¿Se encontraron Voces del Infierno?

Me acabo de informar de un rumor de noticia que hace un tiempo rondaba en relatos supuestamente de casuística y fenomenología de estudio en esto de los temas paranormales.
Este es un primer esbozo, pero ya lo ampliaré y corregiré informándome más al respecto.
Si corroboro algunos datos y medianamente es interesante mantendré el post, pero prometo que a la primer patraña lo quito inmediatamente.
Sin embargo, es para pensar y reflexionar.

Gracias al aporte de la gente y Administrador de la Web Area51.

Los científicos temen haber abierto las puertas del infierno. Un grupo de geólogos cavó un pozo de aproximadamente 14.4 Km. de profundidad dentro de la corteza terrestre, y dicen que oyeron gritos humanos.
En una información de un periódico finlandés llamado "Ammenusastia" apareció una misteriosa información que conmovió a multitud de estudiosos de la Parapsicología. El caso cobró fuerza y rápidamente se formaron dos grupos de opinión.Los que dudaron y nunca creyeron el tema y los que se interesaron por el, pero chocaron con el "mutismo oficial". también estuvieron presentes los estudiosos del Satanismo, que asimismo fueron rápidamente silenciados.

Expongo aquí la noticia.
En la década de los 80 un grupo de científicos geológicos creyó haber llegado hasta las mismísimas puertas del Infierno.El lugar, un punto indeterminado y silenciado de las llanuras de Siberia. El director del proyecto un tal Dr. Azzacov, pronunció en una posterior rueda de prensa fuera del lugar lo siguiente:"La información y los resultados que hemos recolectado es tan sorprendente, que estamos sinceramente preocupados, respecto a la naturaleza de lo que hemos encontrado allá abajo". Y es que este grupo de geología trabajando en la perforación de la tierra, en una investigación geológica, al parecer llegó a 14, 4 kilómetros de profundidad bajo la corteza terrestre, y encontrándose en aquel punto, afirmaron haber oído y escuchados gritos humanos. Quedaron muy impresionados y en su informe, afirmaron haber discernido lamentaciones impresionantes y dantescas.
Continúa con el relato el Dr. Azzacov: " Después de haber excavado varios kilómetros bajo la superficie de la tierra, el taladro comenzó a rotar rápidamente, mas rápidamente de lo normal. Solo había una explicación, y era la que habíamos dado con un hueco. La segunda sorpresa vino de las lecturas de la temperatura ya que los cálculos arrojaron como resultado que alli abajo existia una temperatura de 1.100 grados Celsius, (por encima de los 2.000 Fahrenheit) se trataba de un verdadero "infierno" escondido debajo de la superficie de la tierra sin aflorar en ella".
A continuación se produjo otro descubrimiento que al parecer fué el de mas impacto. Tanto fué asi que decidieron parar en aquel punto los trabajos y efectuar consultas. Ya que al intentar mediante aparatos de precisión, escuchar los movimientos de la tierra mediante micrófonos de precisión y de alta sensibilidad colocados estratégicamente en diversas partes de la galería, lo que consiguieron escuchar y grabar los dejo mudos y blancos de terror."Aunque al principio creímos que se trataba de un fallo de nuestro equipo, tras unos ajustes comprendimos que el sonido provenía del interior de la tierra y verdaderamente no podíamos creer lo que oíamos. Se trataba de voces humanas, gritando de dolor. A veces el sonido de una era bien discernible, aunque se podían escuchar mientras, miles en segundo plano, chillando con gran sufrimiento. Tras este desagradable descubrimiento, alrededor de la mitad de nuestro equipo se dió de baja. Afortunadamente, sea lo que sea lo que esté ahí abajo, ahí se va ha quedar..."

¿Fué un fraude, un simple relato de terror? ¿Se trataba de vender mas ejemplares del periódico? aquí queda la noticia, que cuando quiso ser contrastada, recibió rápidamente una rotunda negativa por parte oficial.
En Estados Unidos en el programa del conocido y popular locutor Art Bell se emitió recientemente la grabación de los sonidos en cuestión, despertando de nuevo más dudas sobre la veracidad de estos hechos.

Jesucristo habló claramente del infierno
En el Nuevo Testamento se le llama "gehenna":

Mateo 5:22 Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano "imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le
llame "renegado", será reo de la gehenna de fuego.

Mateo 5:29 Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna.

Mateo 10:28 «Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a Aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna.

Mateo 23:33 «¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo vais a escapar a la condenación de la gehenna?

Santiago 3:6 Y la lengua es fuego, es un mundo de iniquidad; la lengua, que es uno de nuestros miembros, contamina todo el cuerpo y, encendida por la gehenna, prende fuego a la rueda de la vida desde sus comienzos.

Visión del infierno de Santa Faustina Kowalska, según lo escribió en su diario:

"Hoy, fui llevada por un ángel a las profundidades del infierno. Es un lugar de gran tortura; ¡qué imponentemente grande y extenso es! Los tipos de torturas que vi: la primera que constituye el infierno es la pérdida de Dios; la segunda es el eterno remordimiento de conciencia; la tercera es que la condición de uno nunca cambiará; (160) la cuarta es el fuego que penetra el alma sin destruirla; es un sufrimiento terrible, ya que es un fuego completamente espiritual, encendido por el enojo de Dios; la quinta tortura es la continua oscuridad y un terrible olor sofocante y, a pesar de la oscuridad, los demonios y las almas de los condenados se ven unos a otros y ven todo el mal, el propio y el del resto; la sexta tortura es la compañía constante de Satanás; la séptima es la horrible desesperación, el odio de Dios, las palabras viles, maldiciones y blasfemias. Éstas son las torturas sufridas por todos los condenado juntos, pero ése no es el extremo de los sufrimientos. Hay torturas especiales destinadas para las almas particulares. Éstos son los tormentos de los sentidos. Cada alma padece sufrimientos terribles e indescriptibles, relacionados con la forma en que ha pecado. Hay cavernas y hoyos de tortura donde una forma de agonía difiere de otra. Yo me habría muerto ante la visión de estas torturas si la omnipotencia de Dios no me hubiera sostenido.

Debe el pecador saber que será torturado por toda la eternidad, en esos sentidos que suele usar para pecar. (161) Estoy escribiendo esto por orden de Dios, para que ninguna alma pueda encontrar una excusa diciendo que no hay ningún infierno, o que nadie ha estado allí, y que por lo tanto nadie puede decir cómo es. Yo, Sor Faustina, por orden de Dios, he visitado los abismos del infierno para que pudiera hablar a las almas sobre él y para testificar sobre su existencia. No puedo hablar ahora sobre él; pero he recibido una orden de Dios de dejarlo por escrito. Los demonios estaban llenos de odio hacia mí, pero tuvieron que obedecerme por orden de Dios. Lo que he escrito es una sombra pálida de las cosas que vi. Pero noté una cosa: que la mayoría de las almas que están allí son de aquéllos que descreyeron que hay un infierno. Cuando regresé, apenas podía recuperarme del miedo. ¡Cuán terriblemente sufren las almas allí! Por consiguiente, oro aun más fervorosamente por la conversión de los pecadores. Suplico continuamente por la misericordia de Dios sobre ellos.

Oh mi Jesús, preferiría estar en agonía hasta el fin del mundo, entre los mayores sufrimientos, antes que ofenderte con el menor de los pecados". Fin de la cita.

Nadie está predestinado por Dios al Infierno

Dios no predestina a nadie a ir al infierno (cf DS 397; 1567); para que eso suceda es necesaria una aversión voluntaria a Dios (un pecado mortal), y persistir en él hasta el final. En la liturgia eucarística y en las plegarias diarias de los fieles, la Iglesia implora la misericordia de Dios, que "quiere que nadie perezca, sino que todos lleguen a la conversión" (2 P 3:9).

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